La doctrina del purgatorio es una creencia central dentro de la fe católica, aunque muchas veces malentendida. El purgatorio no es un lugar físico sino de un estado espiritual de purificación para las almas o ánimas que partieron a su encuentro con Dios pero aún con algunos residuos de imperfección que deben mejorar para su encuentro con el altísimo.
Estas almas aún no pueden ver en total plenitud la luz gloriosa del Creador debido sus faltas no expiadas. Por ello, se encuentran en un proceso de purga y limpieza antes de su entrada definitiva al Reino de los Cielos. Allí son acrisoladas con el fuego del amor divino para sanar todo vestigio de egoísmo o apego desordenado.
Así, las ánimas del purgatorio son las almas de los difuntos que aún no han alcanzado aún la visión beatífica de Dios, pero que han muerto en estado de gracia. En este punto aclaro que ánimas y almas son sinónimos.
Estas almas sufren una pena temporal por sus pecados veniales y mortales perdonados, que deben purificar antes de entrar al cielo. El purgatorio es una realidad de misericordia y esperanza, pues las ánimas del purgatorio tienen la certeza de su salvación eterna.
¿Cómo podemos ayudar a las ánimas del purgatorio a salir de él?
Oración breve para ayudar a las ánimas del purgatorio
La Iglesia católica nos enseña que podemos ofrecer por estas almas purgando nuestras oraciones, especialmente el santo rosario y la santa misa, nuestras obras de caridad, nuestros sacrificios y penitencias, y las indulgencias que podemos ganar con prácticas piadosas. Estas obras de sufragio alivian el sufrimiento de las almas y aceleran su paso al cielo.
Los católicos encontramos en la doctrina del purgatorio un profundo consuelo espiritual ya que entendemos que existe un camino de purificación para nuestros seres amados fallecidos, nos llena de paz y esperanza. No están abandonados en las tinieblas sino acompañados por Dios en su proceso de perfeccionamiento.
Por esto, elevamos nuestras PLEGARIAS Y SACRIFICIOS para ayudar a estas ánimas a cumplir pronto su purificación.
Las encomendamos a la Virgen María para que interceda por ellas ante su Hijo. Unimos nuestras intenciones a la obra redentora de Cristo para que encuentren misericordia y liberación.
Rezamos con profunda compasión, para mitigar sus penas y aliviar su agonía espiritual. Lo hacemos con amor fraterno hacia nuestros hermanos en la fe que están siendo purificados. Y con la certeza de que nuestras ORACIONES pueden beneficiarles, apresurando su entrada a la gloria eterna.
Rezar por las almas del purgatorio
A continuación te ofrecemos una forma de REZAR POR LAS ÁNIMAS DEL PURGATORIO con la siguiente plegaria:
Oh Dios clemente, a ti elevo mi voz,
para pedirte por aquellas almas en aflicción.
Libéralas pronto de todo su padecer,
y llévalas contigo a tu gloria beber.
Virgen María, madre de consuelo y luz,
Ruega por ellas ante tu Hijo Jesús.
Y tú, San Judas, abogado de casos difíciles,
Intercede para aliviar sus penas terribles.
Con esperanza en tu infinita bondad,
Te ofrezco Señor mi sincero pesar.
Por los pecados y faltas cometidos,
Perdónalos Dios de todo corazón te lo pido.
Gracias Señor porque das purificación,
en el purgatorio para su expiación.
Consuela a sus deudos con tu amor infinito,
aliviando la pena de su triste grito.
Yo me comprometo a diario rezar,
ofreciendo el rosario para sus penas calmar.
Y las almas ya en tu gloria celestial,
que intercedan también con su don espiritual.
Reaviva Señor la devoción y fervor,
de tus hijos en la tierra por este noble favor.
Y en la Santa Misa te pedimos con fe,
el eterno descanso y gloriosa merced.
Por Jesucristo esperamos nos escuches,
y nuestras súplicas en sus corazones derrames.
Amén.
Ya antes te hemos dejado nuestro Rosario por los fieles difuntos, aquí te dejamos el enlace para que accedas a él