El Rosario de San Judas Tadeo es una oración poderosa que se reza para pedir su intercesión en las causas difíciles y desesperadas. En este artículo, te explicamos cómo rezar el Rosario, su historia y significado.
San Judas Tadeo es uno de los doce apóstoles de Jesús, y es conocido como el patrono de las causas difíciles y desesperadas. Su historia fascinante está llena de misterios. Pero ¿Quién fue realmente este personaje que inspiró tanta devoción entre los fieles? Repasemos su historia y origen.
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Día de San Judas Tadeo
Su festividad se celebra cada 28 de octubre.
En México, el día de San Judas Tadeo es una fiesta muy popular. Miles de personas acuden al templo de San Hipólito en la Ciudad de México para venerar al santo.
Historia del Rosario a San Judas Tadeo
Rezar el rosario a San Judas Tadeo es una práctica arraigada entre los fieles que buscan su poderosa intercesión. Su persistente devoción es una muestra de la certeza de su valioso patrocinio.
La devoción popular a San Judas Tadeo se remonta a la edad media. Sobre ella tuvo gran influencia la leyenda, que te explicaremos más adelante, de haber sanado al rey Abgaro de Edesa de la lepra. San Judas Tadeo fue así asociado con los enfermos. También se le considera patrono de los casos desesperados.
Cómo rezar el Rosario a San Judas Tadeo
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Con el tiempo nació la tradición de rezarle el rosario, para pedir su poderosa intercesión ante Cristo. Esta devota práctica se extendió rápidamente en la edad media. Para el siglo XVIII su rezo estaba muy difundido entre los creyentes, que confiaban en la eficaz intercesión del santo.
¿Quién fue San Judas Tadeo? La historia del santo patrono de las causas difíciles

San Judas Tadeo llevaba un medallón con el rostro de Jesús de perfil, mirando hacia la derecha de Cristo. Este medallón, una obra hermosa de la orfebrería, fue un regalo de Pedro, quien lo hizo y se lo dio a Tadeo para que lo usara siempre como recordatorio de la fuerza y el legado de Jesús.
Tadeo llevó el medallón durante sus misiones en el Oriente, donde fue un símbolo de su unidad con Cristo.
San Judas Tadeo es un santo muy popular en todo el mundo. Es considerado como el patrono que aboga por las causas imposibles, y se le invoca para pedir ayuda en situaciones difíciles.
Vida de San Judas Tadeo
El nombre de Judas Tadeo es una combinación de dos nombres hebreos: Judas, que significa «alabado sea Yahvé», y Tadeo, que significa «valiente» o «magnánimo». Es posible que también se le llamara Lebeo, que significa «corazón tierno». También es conocido como Judas Tadeo o Judas el menor, para diferenciarlo de Judas Iscariote. Era hermano de Santiago el menor.
San Judas Tadeo nació en Galilea, posiblemente en las ciudades de Caná o Capernaúm. Se cree que su padre era Alfeo o Cleofás, y su madre María, hermana de la Virgen María y por tanto tía de Jesús, juntas, permanecieron de pie al pie de la cruz cuando el Hijo de Dios fue crucificado. Así que San Judas Tadeo y Jesucristo eran primos carnales.
Desde pequeño, Judas aprendió de su padre el oficio de curandero de animales. Los pastores alababan su habilidad para sanar los rebaños y su disposición para ayudar, llamándolo con cariño Judas el Magnánimo.
Poco a poco Judas Tadeo fue ganando mayor prestigio, tanto en el don de curar como en el plano espiritual, gracias a los sabios consejos de Jesús, a quien llamaba maestro. Jesús le pidió promover el amor en la gente y él le siguió propagando su palabra, formando mentores y sumando creyentes.
San Judas Tadeo promotor de la integración de la mujer en el servicio religioso
Judas Tadeo creció bajo las ancestrales tradiciones judías, una de las cuales era pactar matrimonios que beneficiaran a las familias, aun cuando los propios esposos no estuvieran de acuerdo con esa unión. Mas Jesús, en su infinita misericordia, también le encomendó a su fiel Judas que cuando llegase el momento de tomar esposa se desposara sólo con una mujer que verdaderamente lo amase y a la que él también pudiese amar, sin reparar en nada más terrenal.
Judas conoció a Martha en el Templo de Jerusalén. Se enamoraron al instante, pero casarse no fue fácil ya que su padre había arreglado matrimonio con un hombre rico, como solía hacerse. No obstante, lucharon por su convicción de casarse.
Una vez casados Martha pudo participar activamente en su sagrada misión, caminando siempre junto a él, hombro con hombro, rompiendo la costumbre de excluir a las mujeres de eventos religiosos. De esta forma, el iluminado San Judas Tadeo allanó pacíficamente el camino para la integración y el justo papel de la mujer en el servicio religioso, en completa consonancia con las enseñanzas de amor de su maestro Jesús.
Una vez más, desafiaban arraigadas tradiciones desde una perspectiva de transformación interior y nueva conciencia, serían los encargados introducir a las mujeres en el servicio religioso activo. Serían elegidos por Dios para dar lugar que por derecho divino correspondía a la mujer en la promoción de la fe católica.
Martha y Judas viajaron por Mesopotamia, visitando ciudades como Edesa, Acanata, Babilonia y Eridu.
Misión en Oriente
Tras la crucifixión de Cristo y su posterior resurrección y ascensión, San Judas Tadeo recibió el Espíritu Santo en el Cenáculo junto a los demás apóstoles. Esto marcaría el inicio de su labor evangelizadora. Judas Tadeo habría predicado el evangelio en Judea, Samaria y Siria.
Cumpliendo el mandato de Jesucristo de llevar la Buena Nueva por todo el mundo conocido, San Judas Tadeo viajó junto a su esposa para evangelizar el Oriente llevando consigo un báculo y un medallón con el rostro de Cristo, símbolos de su misión.
San Judas Tadeo sana a los enfermos
En Edesa reinaba el rey Abgaro, admirador de Jesús por los prodigios que se contaban. Abgaro quería comprobar personalmente dichos prodigios, pero no podía salir de Edesa por razones políticas. Optó por escribir a Jesús expresando devoción y pidiéndole sanar la enfermedad que padecía, dado su poder milagroso.
Jesús le respondió que no podía curarlo pues ya que su paso entre los vivos estaba llegando a su fin, pero al ascender le enviaría un discípulo para que lo curase.
Judas Tadeo y Martha viajaron por llanuras, montañas y desfiladeros hasta Persia. Visitando Shiraz. Junto a San Judas Tadeo Martha adquirió poder sobre el fuego. Fueron a la India donde ocurrió un verdadero milagro: Judas salvó a una desdichada mujer que estaba siendo condenada a morir calcinada por las llamas de una hoguera. Ante la atónita mirada de los presentes, Judas pasó lentamente su báculo por el cuerpo abrasado por el fuego dirigiendo al mismo tiempo una ferviente plegaria de fe al Altísimo en favor de ella. El milagro no se hizo esperar: ante la admiración de todos, una piel nueva y tersa fue remplazando la carne calcinada, calmando por completo el tormentoso dolor de aquella infeliz mujer.
El segundo milagro de sanación sucedió cuando una cobra mordió el tobillo de un niño. Este sufrió convulsiones y perdió el conocimiento. Judas Tadeo y Martha se acercaron presurosos a socorrerlo. Con la fe puesta en Dios, Judas recorrió el cuerpecito del pequeño con su báculo, mientras Martha invocaba fervientemente los poderes del fuego sagrado, el prodigio no tardó en manifestarse: el niño recobró la consciencia y en su rostro se dibujó una sonrisa.
San Judas Tadeo y la práctica de la Tolerancia y educación desde la ética
Tras estos singulares sucesos, Tadeo y su esposa llegaron a la ciudad de Benarés, en la India, en busca de expandir sus conocimientos sobre la antiquísima sabiduría budista. Comprobaron que esta contenía numerosas coincidencias con las enseñanzas de Jesús puesto que ambas tradiciones mantenían una elevada ética, condenaban el egoísmo y celebraban el amor puro como vínculo sagrado fundamental entre todos los seres humanos.
Durante toda su prolongada peregrinación por esta Tierra, Judas Tadeo se abocó incansable a difundir la redentora palabra de Jesús, sin pretender nunca acabar con las otras religiones que encontró en esas remotas ciudades, sino buscando siempre tender puentes de entendimiento desde un modelo de profundo amor, perdón y tolerancia.
Sus sandalias gastadas recorrieron el mundo sembrando las semillas del Evangelio de Cristo, para que florecieran los frutos del Espíritu y se regara la nueva era de gracia que el Hijo del Hombre vino a anunciar a la humanidad.
Finalmente arribaron a Edesa donde ocurrió otro milagro.
La sanación del rey
San Judas Tadeo y Martha arribaron a la ciudad de Edesa, donde ocurrió un nuevo y extraordinario milagro. Apenas se supo en la ciudad de la llegada del santo peregrino, el rey Abgaro V, rey de Osroene, salió presuroso a recibirlo con gran regocijo y, al encontrarse frente a frente con Judas Tadeo, el monarca exclamó conmovido: «¡Tú eres en verdad el discípulo amado de Jesús, el poderoso hijo de Dios!». A lo que el apóstol respondió con humildad: «Rey mío, porque tú has creído fervientemente que así es, yo pongo ahora mi mano sobre ti en nombre de Aquel en quien tú tienes fe». Y en el mismísimo instante en que San Judas posó su mano sobre el rey Abgaro, éste quedó por completo curado de la terrible enfermedad que lo había estado consumiendo durante años.
Lleno de júbilo y agradecimiento, el rey Abgar permitió entonces a San Judas Tadeo difundir la palabra y la obra sanadora de Jesús por toda su ciudad. Y el apóstol así lo hizo, asombrando a la multitud con impresionantes curaciones y milagros.
El martirio del Apóstol
Fue precisamente en Edesa donde Judas Tadeo y su esposa Martha se reencontraron con Simón, otro de los virtuosos apóstoles del Salvador, quien les comentó que gracias a sus incansables viajes la palabra de esperanza de Jesucristo se había expandido enormemente. Pero también, producto del temor que esta causaba en los corazones impíos, muchos seguidores del Maestro estaban siendo perseguidos con extrema violencia por las fuerzas conjuntas de los poderes políticos y religiosos paganos de la época.
San Judas Tadeo y San Simón el Cananeo estaban predicando el Evangelio en cuando fueron arrestados por sacerdotes idólatras seguidores de Zaroes, sacerdote solar, para que no siguieran propagando la palabra de Jesús. Los sacerdotes les dieron un ultimátum: renunciar a su fe en Jesús, realizar sacrificios paganos, o morir. Ellos rechazaron renunciar a su fe por lo que fueron condenados a ser decapitados.
Bajo la ira de los sacerdotes paganos o apresaron, lo golpearon con mazos y finalmente lo decapitaron en el año 62 d.C. aproximadamente. De esta forma alcanzó la palma del martirio, uniéndose a la lista de apóstoles que murieron por defender su fe.
La visión de Jesús que tuvo San Judas Tadeo antes de su martirio
San Judas Tadeo, el patrón de las causas difíciles y desesperadas, tuvo una visión de Jesús antes de morir.
Mientras esperaba la muerte San Judas Tadeo se sumergió en ferviente oración. Fue entonces cuando se le apareció Jesucristo rodeado de luz y le habló. Jesús le aseguró que su martirio sería glorioso y que su nombre sería recordado por los cristianos a lo largo de los siglos, por lo cual no debía temer. Le confirmó también que estaría siempre a su lado para consolarlo en ese duro trance.
– «No temas, porque yo estoy contigo. Siempre estaré contigo, incluso en la muerte.»
Así, San Judas Tadeo afrontó valerosamente su martirio cuando fue decapitado públicamente. Esta visión milagrosa de Jesús reconfortándolo fortalece la esperanza de los fieles, que encuentran en San Judas Tadeo un firme intercesor ante Cristo.
Quienes rezan devotamente el Rosario de San Judas Tadeo deben recordar esta antiquísima tradición, meditando en la promesa de Jesús de no abandonarnos nunca y estar siempre a nuestro lado, especialmente en los momentos más difíciles.
Muerte y Legado
No se conoce con precisión el año en que murió, pero se estima que fue aproximadamente en el año 65 d.C.
La semilla de la palabra de Cristo que San Judas Tadeo había plantado fructificó con el paso de los siglos. Su figura, aunque olvidada frente a otros apóstoles, dejó una honda huella entre los primeros cristianos, que lo veneraban por su incansable labor y sus milagros. Con el tiempo se ganó el título de santo patrón de las causas difíciles y desesperadas.
San Judas Tadeo entregó su vida entera a la misión encomendada por Jesucristo. Recorrió inhóspitas tierras llevando la Buena Nueva, convirtiendo a multitudes con la fuerza de la Fe. Su historia, aunque poco conocida, es un ejemplo del espíritu abnegado de los apóstoles que cambiaron el mundo con el mensaje del amor y la esperanza.
Tras su muerte, comenzó a ser venerado como santo y mártir. En el siglo VII, sus reliquias fueron trasladadas a la Basílica de San Pedro en Roma. Esto aumentó su fama y devoción entre los fieles cristianos.
Judas Tadeo en la Biblia
La primera referencia a Judas Tadeo se encuentra en los textos del Nuevo Testamento de la Biblia. Aparece mencionado en los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas como uno de los doce apóstoles elegidos por Jesús.
También se le identifica como el autor de la Epístola de Judas, donde exhorta a los creyentes a mantener la fe y luchar contra los falsos maestros. Esta carta forma parte del canon bíblico y es el único escrito atribuido a este apóstol.
Judas Tadeo fue un fiel seguidor de Cristo y solía acompañarlo junto a su esposa Martha durante sus recorridos por Galilea. De Jesús aprendió el valor del amor, el perdón y el servicio desinteresado, ideales que marcarían profundamente su posterior misión.
Los jóvenes siguen a San Judas Tadeo
El culto a San Judas Tadeo es seguido por muchos jóvenes, sobre todo de estratos populares. La devoción juvenil a San Judas Tadeo parece estar relacionada con la búsqueda de alivio ante situaciones difíciles, la identificación con sus enseñanzas y su cercanía a los jóvenes humildes como él mismo lo fue, sobre todo aquellos que se encuentran en situaciones difíciles en cuanto a empleo, educación, salud, etc. Por lo tanto, acuden a San Judas Tadeo buscando ayuda y esperanza.
La devoción a este santo se ha incrementado en el mundo como respuesta a las épocas de crisis económicas y sociales. Los jóvenes suelen ser un sector vulnerable ante problemas socioeconómicos, por lo que se sienten identificados con San Judas Tadeo en esos contextos.
San Judas Tadeo representa ideales como el amor, el perdón y la superación que persiguen los jóvenes que buscan modelos o guías.
Abogado de los casos difíciles y desesperados
San Judas Tadeo es el patrono de las causas difíciles y desesperadas. Esta designación fue otorgada por la Iglesia Católica en el siglo XVII, y desde entonces san Judas Tadeo ha sido invocado por personas de todo el mundo que buscan ayuda en situaciones difíciles.
Algunos de los milagros que se atribuyen a san Judas Tadeo incluyen:
- La curación de enfermedades graves
- La resolución de problemas financieros
- La ayuda a personas que están en peligro
- La protección de los inocentes
Oraciones y peticiones en el rosario a San Judas Tadeo
Mientras se le reza un Rosario los creyentes presentan al santo sus intenciones y necesidades. Algunas de las más comunes son:
– Por la conversión de los pecadores y la liberación de las almas del purgatorio.
– Por la curación de enfermedades, especialmente los casos difíciles como los enfermos desahuciados.
– Por el alivio en situaciones desesperadas o angustiosas.
– Para alcanzar favores especiales y gracias importantes.
– Para discernir la verdadera vocación y voluntad de Dios.
Promesas y milagros del Rosario a San Judas Tadeo
Son innumerables los testimonios de favores y milagros recibidos por quienes rezan fielmente el rosario a San Judas. Muchos creyentes han visto sanadas enfermedades muy graves, resueltos problemas financieros o familiares muy complicados.
Otros testifican haber encontrado pareja para contraer matrimonio, concebir hijos cuando parecía imposible, conseguir trabajo o ayuda ante situaciones desesperadas. Los fieles atribuyen estas gracias a la poderosa intercesión de San Judas ante Dios.
La Epístola de Judas Tadeo: el único escrito que nos dejó este apóstol
Entre los libros del Nuevo Testamento se encuentra una breve pero potente epístola atribuida a San Judas Tadeo donde se presenta como “siervo de Jesucristo, y hermano de Santiago”. Este es el único escrito que nos ha llegado de este apóstol. a fecha de la epístola de San Judas Tadeo es incierta. Se cree que fue escrita en el siglo I d.C., probablemente en Judea.
La Epístola de Judas fue compuesta entre los años 80 y 90 d.C., en un contexto donde ya se propagaban herejías y falsas enseñanzas que corrompían la verdadera fe cristiana.
La epístola está dirigida a «los que han sido llamados, amados en Dios Padre y guardados para Jesucristo» (Judas 1:1).
- En los versículos 1-16, San Judas Tadeo advierte a los cristianos sobre las falsas enseñanzas.
- En los versículos 17-25, San Judas Tadeo exhorta a los cristianos a permanecer firmes en su fe.
En apenas un capítulo, San Judas exhorta fervientemente a permanecer firmes en la fe transmitida por los apóstoles, advirtiendo contra maestros engañosos. Hace referencia a la segunda venida de Cristo para juzgar a vivos y muertos.
Utiliza algunas citas de textos apócrifos como el libro de Enoc y la Asunción de Moisés. Su autenticidad como obra de San Judas Tadeo fue cuestionada inicialmente, pero hoy está aceptada tanto por católicos como por protestantes.
La Epístola de Judas forma parte del canon bíblico y es valorada por su llamado a conservar íntegra la fe, viviendo en santidad y manifestando la misericordia de Cristo.
La fecha del 28 de octubre fue formalmente establecida en el martirologio romano del siglo VI d.C. y desde entonces se celebra su fiesta litúrgica.
La vida y martirio de este gran apóstol nos enseñan a aferrarnos a la fe en medio de las pruebas, sabiendo que la recompensa gloriosa nos espera, tal como Jesús se lo aseguró en visión a San Judas Tadeo momentos antes de su muerte.