Señor, mi Dios,
me muestro nuevamente ante ti.
Me encuentro enfermo, Señor,
y sólo tú conoces bien mi aflicción.
Únicamente tú sabes en verdad mis dolores,
mi cansancio y mis miedos
Tú nos enviaste a tu hijo para salvarnos
cuya vida terminó en un calvario de dolor antes de ascender a tu diestra,
insignificante soy ante ello.
Hoy te pido que vengas nuevamente a mi Señor
que con tu presencia mantengas erguida mi fe aunque ahora me tiemblen las piernas.
Que fortalezcas mi esperanza para no ser confundido,
esperando seas el faro en mis noches de malestar,
te pido señor … Sé mi luz en la oscuridad.
Te ofrezco este cuerpo, te brindo mi vida
para que si es tu designio y me otorgas la mejoría
sirva de instrumento tuyo en la tierra.
Soy tuyo Señor, Padre.
¡Amén!
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