
Por un privilegio singular de Dios María fue preservada del pecado original desde el primer instante de su concepción. Al dirigir estas breves plegarias en forma de cortas Jaculatorias a la Inmaculada Concepción de María los fieles buscan la protección y ayuda de María en su vida cotidiana.
Recitar las jaculatorias nos recuerda la santidad original de María, así como su cercanía maternal. Estas oraciones son un medio para sentir su presencia amorosa y acrecentar nuestra confianza en su intercesión poderosa ante Dios. Es una práctica piadosa que puede enriquecer nuestra espiritualidad mariana y fortalecer nuestra vida de fe.
La mejores Jaculatorias a la Inmaculada Concepción
– Inmaculada Concepción, refugio de los pecadores, atiende nuestros ruegos, concédenos tu gracia.
– María, Madre de Dios y Madre mía, en ti confío
– María, Auxilio de los cristianos, ampáranos bajo tu manto.
– Inmaculado Corazón de María, sé la salvación de nosotros pecadores.
– Virgen prudentísima, ruega por nosotros.
– Oh, Virgen Inmaculada, ayúdanos a crecer en la fe, a amar a Dios y al prójimo con todo nuestro corazón.
– María, Madre de la Iglesia, guíanos a Jesús.
– Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores.
– Inmaculada Virgen, abre mi corazón a la gracia de tu Hijo.
– María, llena de gracia, el Señor es contigo.
– Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea.
– María, Madre de misericordia, defiéndenos del enemigo.
– María, desata los nudos de nuestras vidas.
– Inmaculada Virgen María, protege nuestras familias.
– Virgen Inmaculada, hazme digno de alabarte.
– Inmaculada Concepción, reina del cielo y tierra, ruega por nosotros, que somos pecadores.
– Oh, María Inmaculada, madre de Dios y madre nuestra, cúbrenos con tu manto, y ayúdanos a ser santos.
– Santa María, Inmaculada, líbranos del mal, acompáñanos en nuestro camino, hasta alcanzar la salvación.
– Oh, Virgen Inmaculada, danos tu pureza, y ayúdanos a ser fieles a Dios, en todos los momentos de nuestra vida.
– Santa María, Inmaculada, intercede por nosotros, ante el Padre, para que nos conceda, la gracia de la salvación.
– Inmaculada Concepción, luz de nuestras almas, Ilumínanos con tu presencia, y guíanos por el camino del bien.
– Santa María, Inmaculada, fortalece nuestra esperanza y ayúdanos a perseverar en el camino del bien.
– Inmaculada Concepción, consuelo de los afligidos, sé nuestra fortaleza en las horas de dolor.
– Oh, Virgen Inmaculada, ayúdanos a perdonar a los que nos han ofendido, y a amar a nuestros enemigos, Con el amor de Cristo.
– Santa María, Inmaculada, danos la paz del corazón, ayúdanos a vivir en la armonía con todos nuestros hermanos.
– Inmaculada Concepción, espejo de justicia, ayúdanos a vivir de acuerdo con la voluntad de Dios, y a ser santos en todos nuestros actos.
– Oh, Virgen Inmaculada, ayúdanos a ser generosos con los pobres y necesitados, y a compartir el pan con los demás.
– Santa María, Inmaculada, reina de la paz, implora al Padre para que cese la guerra y la violencia en todo el mundo.
– Inmaculada Concepción, Madre de la Iglesia, guía a nuestros pastores, y ayúdanos a ser fieles a la fe católica.
– Oh, Virgen Inmaculada, reina del cielo y tierra, ven en nuestra ayuda, ayúdanos a alcanzar la vida eterna.
– Santa María, Inmaculada, Ruega por nosotros, que somos pecadores, para que por tu intercesión alcancemos la salvación.
– Inmaculada Concepción, reina de los cielos, recibe nuestras oraciones, y acompáñanos siempre, en nuestro camino hacia el cielo.
– Oh, Virgen Inmaculada, madre de Dios y madre nuestra.