La devoción a María es seguida por millones de sus fieles quienes no sólo le veneramos en respuesta a su amor, también somo fieles creyentes del cumplimiento de sus promesas cuya historia les narraré a continuación.
El fraile Alano de Rupe, Alain de la Roche o Alano de la Roca, fue un predicador de la Orden de los Dominicos en Francia y encomendado renovar la Cofradía del Santo Rosario. Su vida religiosa fue tormentosa tal como lo narra él mismo en su libro “Dignidad del Salterio”, llegando incluso a combatir conflictos internos y tentaciones con la flagelación. Estando en el convento de Douai, decide en un momento de debilidad espiritual quitarse la vida llevando una daga a su cuello, es en este momento cuando se le apareció por primera vez la Virgen María quien le sujetó el brazo e impidió que llevara a cabo su cometido, nuestra señora le susurró que si le hubiese pedido ayuda esto no hubiese ocurrido desapareciendo después.
A pesar de esta primera aparición Alano continuó con sus conflictos internos enfermando gravemente. Un día estando en su habitación una luz cegadora envolvió el ambiente apareciendo frente a él y por segunda vez la Bienaventurada Virgen María quien gentilmente le colocó en su cuello un eslabón enlazado de su cabello con ciento cincuenta cuentas de piedras preciosas que creó un vínculo espiritual con él pidiéndole que rezasen de manera devota por su Rosario.

Según sus escrituras luego de haber pasado por años de desasosiego y tentaciones, Alano comenzó a tener una vida de quietud y alegría al expresar su amor a la oración, rezando con mayor devoción el Santo Rosario.
Finalmente en una tercera aparición de la Virgen ésta le provee de una serie de revelaciones que manifestaría en forma de quince promesas para que los devotos del Rosario lleguen a obtener la bendición y gracia de Jesucristo, se liberen de todas sus esclavitudes y alcancen la vida eterna. A continuación cada una de ellas:
Promesas de la virgen
1.- Les prometo mi protección especial y gracia a los que recen con devoción el Rosario.
2.- A los que recen con devoción el Rosario les prometo grandes beneficios y protección
3.- El rezar el Rosario destruye el vicio, nos libera de los pecados, derriba las herejías, es nuestra arma contra el infierno.
4.- El rezar el Rosario hace que las almas obtengan la misericordia divina al brotar las virtudes. En el corazón de los hombres se reemplace el amor del mundo por el amor a Dios, deseando los bienes eternos y celestiales.
5.- No perecerá el que se encomiende a mí, rezando el Rosario.
6.- Mediante el rezo devoto de mí Rosario y meditación de los misterios, no habrá opresión por la desgracia. Se convertirá el pecador; si es justo, será digno de la vida eterna y se resguardará en gracia.
7.- Sin los Sacramentos de la Santa Iglesia no morirán los auténticos devotos del Rosario.
8.- Al rezar el Rosario tendrán todos durante su vida y muerte la Luz Divina de Dios, su gracia en toda su totalidad y serán Todos los que recen mi Rosario tendrán durante su vida y en su muerte la luz de Dios, la plenitud de su gracia y tendrán parte de los méritos de los bienaventurados.
9.- Las almas devotas del Rosario serán libradas del purgatorio.
10.- Los hijos verdaderos del Rosario disfrutarán en el cielo de una extraordinaria gloria.
11.- Alcanzarán todo lo que pidan por medio del Rosario.
12.- A todos los que extiendan el rezo al Rosario serán favorecidos en sus necesidades.
13.-Por intercesión de Jesucristo que se tengan como hermanos, a todos los santos del cielo y a todos los miembros de la Confraternidad del Rosario, tanto durante sus vidas como en la hora de la muerte.
14.- Todos son hijos muy amados de la Virgen María, hermanos y hermanas de Jesucristo al rezar con fe el Rosario.
15.- Es un gesto de la voluntad divina obtener la Gloria al rezar con devoción el Rosario.